miércoles, 31 de diciembre de 2014

Jornada 35: Embalse de Almaraz 28-12-2014

Lugar: Almaraz

Fecha: 28 de Diciembre del 2014

Miembros: Alejandro, Alex, Alfonso, Eugenio y Juanmi

Descripción:


Dentro de las fiestas de Navidad, nos decidimos el grupo de amigos a celebrar la última salida del año, aprovechando la estancia de Juanmi y acompañados eso sí, por Adri (el hermano de Alfonso) y Andrés (un amigo de éste).

Como siempre ocurre hay alguno que, por diversos motivos no puede acudir, en este caso Javi y Pepe. Los demás: Alex, Alfonso, Eugenio, Juanmi y yo pusimos rumbo al embalse de Almaraz, haciendo nuestra paradita, como siempre, bien tempranito, pues con la mañanita que hacía, bien venía ese café calentito.

Sabíamos de antemano que el sitio donde íbamos no era nada fácil, hay que trabajar mucho las capturas y también, con poquito que te lo curres te diviertes. Después de llegar a nuestro destino, de preparar todo y meternos en las fundas, comenzamos en grupo los primeros lances para las primeras fotos ya que el día lo requería, excepto yo que iba a carpas y sería el encargado de las vistas.



A partir de ahí ya las cosas tomaron otro rumbo y cada uno fue en busca de su captura de lujo. Andrés y yo nos quedamos al principio del embalse y hasta las 11 o por ahí, Adri y Alfonso se unieron a nosotros separándose del grupo principal que seguían pateando el pantano.

Hasta ese momento, las picadas en el grueso del grupo fueron nulas y fue entonces cuando empezó a cundir el desánimo y poquito más cambió durante el resto del día, algunas raspas mínimas de Adri y Eugenio, el bolazo de Alex, Alfonso y Juanmi que, aunque tuvieron buenas oportunidades, sobre todo Juanmi, no consiguieron la suerte de esa buena clavada, llevándose además el desánimo correspondiente, lógico, por otra parte.

Cabe destacar que lo mejor del día lo vivimos Andrés y yo, simultáneamente y cada un por su lado, ayudándose mutuamente. Yo conseguí clavar al final cinco ejemplares de carpas, fallando otras cuantas, con un peso de entre 0,80 y 1,15 kg, mientras que Andrés, entre pausas, consiguió clavar ocho bonitos ejemplares de bass con un peso que iba desde los 400 g a los 1,12 kg.



Bien se puede decir que le salió el dia redondo y en nombre de todos felicidades por ello, creo que fue el ganador del día no solo de nuestro grupo sino también de todo el pantano, estoy convencido que si me lo dicen, sin verlo, no me lo hubiese creído, seguro.



La anécdota del dia ocurrió sobre las 12 y pico de la mañana, después de la llegada de Alfonso y Adri pues, ya si, pudieron acercarse al coche a por comida y, ante nuestro asombro, Andrés nos preparó unas carnes con tomate y una tortilla de patata, siendo el tentempié de media mañana que, tal como estaba el dia, fue como si nos viniera Dios a ver (lo sentimos por el resto de compañeros, para todos no había y como estábais pateando el pantano... que pena!). Y poco más, de verdad, nos hubiera gustado contar con todos pero para la próxima será. Seguidamente los demás compañeros, como se hace siempre fuimos al coche, nos comimos el ansiado bocata y a recoger todos los bártulos para emprender el regreso a casa, en definitiva otra experiencia más, nos lo pasamos bien, el día fue bueno, estás con buena gente, ¿qué más se puede pedir?

Pues hasta la salida siguiente y un abrazo.
¡Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo a todos en nombre de todo el club!



Alejandro

viernes, 5 de diciembre de 2014

Jornada 34: Río Tajo y Embalse de Almaraz 02-12-2014

Lugar: Río Tajo y Embalse de Almaraz

Fecha: 02 de Diciembre del 2014

Miembros: Alfonso y Eugenio

Descripción:


Aprovechando mi semana de vacaciones decidimos seguir introduciendo a mi hermano en este mundo tan adictivo. Después de recoger a Uje y del clásico desayuno, llegamos al río tajo con suficiente visibilidad como para montar los bártulos.

Empezamos con mucha confianza después de los resultados del último día, pero la cosa no estaba yendo igual. El nivel del río había subido mucho desde la otra salida y los peces estaban desubicados. Eran ya las 11 de la mañana y no teníamos noticias de ellos, ni siquiera una mísera picada.

Era tal nuestra desesperación, que decidimos subir a Almaraz aún sabiendo que varios días antes había sido el clásico Atleti vs Madrid. Una vez en el sitio elegido y con los waders puestos, fue Uje el encargado en dar la voz de alarma nada más entrar al agua: un bass de unos 700g se enganchó de su señuelo. Al ir a fotografiarle, nos dimos cuenta que los móviles los habíamos dejado en el coche con el ajetreo de cambio de zona.

Después llegamos al sitio que pensábamos que nos sería más fructífero. Y en ese lugar, fui yo el encargado de sacar el siguiente: otro verdecillo de algo más de medio kilo. Lo curioso de esta captura fue que lo saqué con la caña de mi hermano mientras le explicaba cómo debía mover el señuelo.

Parece que aprendió bien la lección ya que los dos peces siguientes cayeron de su cuenta, eso sí, siendo algo más pequeños de tamaño. Desde este momento, las picadas fueron alternándose en todas las cañas, subiendo nuestro marcador de manera pareja con peces pequeños, salvo uno cercano al medio kilo que consiguió mi hermano.

El resto del día siguió igual, aumentando progresivamente las picadas llegando al punto de prácticamente una picada en cada lance según caía el sol. Pero ningún pez de medida quiso salir a saludarnos. Quizás fuese por el ajetreo del torneo anterior o por cualquier otra razón, ya
que esto es lo bonito de la pesca, que no siempre se da igual.

Una vez en el coche y de vuelta a los madriles, tocaba hacer balance de la jornada. ¿Si hubiésemos seguido en el río se habrían activado igual que en Almaraz? Nunca lo sabremos pero no nos arrepentimos de haber cambiado de sitio, pues la cosa pintaba mal y terminamos divirtiéndonos aunque fuese con peces pequeños. Mi hermano por su parte, parece que terminó encantado con la experiencia de pescar con el “agua al cuello”.

Hasta la próxima.

Alfonso

lunes, 1 de diciembre de 2014

Jornada 33: Embalse de García De Sola 29-11-2014

Lugar: García De Sola
 
Fecha: 29 de Noviembre del 2014

Miembros: Alejandro, Alex, Alfonso y Eugenio

Descripción:


Nuevo sábado + buen tiempo + muchas ganas = jornada de pesca. Esa fue nuestra fórmula para dirigirnos Alejandro, Alfonso, Eugenio y yo a tentar esta vez a los lucios por aguas extremeñas, más concretamente en nuestra segunda “María”, el embalse de García De Sola.

Como siempre, nuestro desayuno y paradita típica para llenarnos de fuerzas, comentar estrategias y echarnos, como no, las primeras risas mañaneras.

Nos encontrábamos confusos, ya que estamos en una época en la que los peces no se encuentran ni completamente apáticos en el fondo ni sumamente activos por las orillas, así que tendríamos que trabajar para localizarlos.

Alejandro iba bastante bien preparado para no venirse bolo tentando a nuestros amiguetes con el pez vivo, de hecho, es el que más motivación llevaba este día. Nosotros tres, por nuestra parte intentaríamos hacernos con ellos con los artificiales.

Llegamos al sitio acordado y no podía estar mejor el día, sin viento, sin mucho frío que soportar y con el sol brillando cual día primaveral, por lo que fuimos directamente al lío sin perder mucho tiempo.

Los primeros lances de Alfon, Uge y míos nos hicieron descubrir nuestros peores presagios: un día complicado se avecinaba…

Alejandro preparó sus cañas, y no pasó mucho rato cuando una veleta desapareció (preciosa picada, como pudieron comprobarlo él mismo junto con Alfonso). Tras una pelea muy bonita y llenándonos de confianza al resto, logramos visualizar el primer esox del día que rondaría los 2.50 kg. No hay que dudar en que después de las fotos correspondientes fue devuelto al agua sin daño alguno.
 


Bien, a raíz de esto, nuestra fe creció así que seguimos insistiendo… Pasaban las horas, y nosotros no sentíamos ni una mísera picada, no conseguíamos engañarlos con ninguno de los señuelos de nuestras cajas.



El día avanzaba, y el pantano continuaba como al principio, pareciendo una preciosa balsa de aceite. Las veletas de Alejandro se veían a la perfección, hasta que yo mismo vi como una se sumergía hasta las profundidades a una velocidad bestial, ¡picadón! En este caso parecía que el bicho iba a ser más grande que el anterior. La caña estaba muy doblada y Alejandro tuvo que regular su freno en varias ocasiones para lograr hacerse con él y evitar que pudiera cobijarse entre las rocas sumergidas. Finalmente y tras cerca de 15 minutos de lucha, logramos ver al segundo y más grande pez del día. Un precioso lucio de 3.50 kg aproximadamente. Tengo que mencionar la preciosa librea que lucía en su lomo, digna de ver.
 


En estos momentos, Alfonso decidió darse una vuelta por una recula cercana tentando a los basses, probando para ver si la suerte le acompañaba más que con los complicados lucios. Uge y yo por nuestra parte aguantamos un rato con Alejandro, pero viendo cómo se avecinaba el percal, decidimos movernos a otra zona, por lo que nos separamos en tres grupos, Alfonso avanzando en solitario, Alejandro por un lado y Uge y yo por otro.

Contando mi historia con Uge, éste no tardó en localizar un lucio hambriento, y digo esto porque le lanzó tres señuelos diferentes sin conseguir sacarlo aunque sí que el animal intentaba cazarlo y morderlo. Finalmente le lancé yo el señuelo que tenía montado, como era de esperar el lucio se lanzó a por él para morderlo y esta vez sí lo cazó, dándome la alegría de haber conseguido mi única captura del día, aunque sin duda considerándola una captura compartida entre Uge y yo y merecida por nuestra insistencia. El pez rondaba el kilo de peso y después de la foto... al agua patos.



Después de esto, y tras insistir durante otro rato no localizamos ningún pez más. Alfonso se unió a nosotros informándonos de que tampoco a él le había acompañado la suerte. Estuvimos los tres intentando dar con ellos, pero sin mucho que contar.

Cabe destacar que vimos 4 o 5 basses que bien podrían superar los 2 kilos de peso, pero que a nuestros señuelos… ni caso.

Finalmente, nos reunimos con Alejandro, al que ya no le había vuelto a sonreír la suerte. El día estaba perfecto para que los peces hubieran picado, pero después de un rato más de insistencia y, tras comernos el bocata los cuatro, decidimos recoger los aparatos y volvernos a casa en un día complicado pero que sin duda hace que sea cada día más bonita la pesca.

Alex