lunes, 9 de julio de 2012

Jornada 25: Río Tajo 07-07-2012

Lugar: Río Tajo

Fecha: 07 de Julio del 2012

Miembros: Alex y Pepe

Descripción:

De nuevo Eugenio, Pepe y yo decidimos enfilar una nueva jornada de pesca, la número 25 en lo que va de año. Pusimos rumbo hacia un viejo lugar conocido… el río Tajo. Los tres fuimos en busca de nuestras queridas percas negras pero en este día habría más de una sorpresa…

Como era de esperar, la ya temida cuesta se avistaba nada más llegar. Montamos las cañas y nos dispusimos a bajar con la intriga de si sería un día propenso para el bass.

Una vez abajo comenzamos a tentarlos y el señuelo de Uge no superó su primer lance quedándose en el fondo entre las rocas.

Seguimos avanzando y nuestras esperanzas empezaron a decaer ya que nos encontramos con bastante gente, cosa que hacía que no pudiéramos intentar pescar en nuestra zona preferida. Visto esto avanzamos hasta no poder más, sin picadas ni avistamientos de peces por el momento.

Ya en el final del tramo pescable, decidí probar varios señuelos y en uno de esos cambios mi caña se arqueó… Fue un tirón brusco para abajo y el pez no tiraba hacia arriba con lo que deduje que no se trataba ni de un bass ni de una lucioperca, ¿qué sería? Me pregunté. Tras varios minutos peleando con el pez logré cansarle y verle venir, en un principio creí que se trataba de un ejemplar de barbo pero, conforme se acercaba, me di cuenta de que era un siluro, un pequeño siluro de 2.040 kg. Era el primer siluro que sacaba en mi vida y ya sentí como era pelear con uno de ellos. Sin duda, bastante interesante.


Después de esto, fuimos volviendo un poco para atrás, ya que se veía menos gente, y en ese trayecto volví a ser yo el que sacó un pequeño black bass que no llegamos a pesar ni a fotografiar pero que no superaría los 200 g.

Por fin llegamos a nuestra zona preferida y hablando con algunos pescadores nos dejaron echar unos lances. A lo largo del día nos encontramos varios señuelos pero Eugenio se encontró uno que le hizo quitarse el bolo, y bien quitado. Decidió ponerlo y lanzarlo cercano a la orilla para ver qué movimiento hacía y, mientras lo probaba, un bass de 1.250 kg le atacó. Por desgracia no pudimos fotografiarlo pero fue devuelto al agua sin problemas siendo testigos los pescadores que había cercanos a nosotros.

Pepe continuaba bolo, y Eugenio tenía ganas de sacar su primera lucioperca de su vida (había dejado de tentar a los basses hacía un rato) pero en ese mismo lugar fui de nuevo yo quien sacó mi último pez del día. Una bonita lucioperca, la cual no noté su picada, pero que ofrecía una bonita resistencia. El peso de la misma fue de 2.650 kg e igualmente fue devuelta al agua sin daños.


Pasados aproximadamente 15 minutos, fue Pepe el que consiguió hacerse con otra "lucia" y quitarse así el bolo. Con un peso de 2.790 kg, fue el pez más grande del día.


Uge estaba desorientado puesto que harto de probar no conseguía la preciada picada de su primera lucioperca, pero la insistencia tuvo su recompensa… Casi sin darse cuenta una lucioperca de 970 g se tragó su señuelo y por fin sintió lo que es pelear con una vampira. No fue muy pesada pero seguro que estará contento. Ya saldrán más grandes. ¡Enhorabuena Uge!


Esto fue todo en lo que a peces se refiere. El calor apretó demasiado y la sed se apoderaba de nosotros asi que decidimos desmontar las cañas y dar media vuelta hacia el coche. La cuesta al fondo nos esperaba…

Alex

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