sábado, 30 de junio de 2012

Jornada 24: Embalse de Cijara 30-06-2012

Lugar: Cijara

Fecha: 30 de Junio del 2012

Miembros: Alex y Pepe

Descripción:

Otra vez fue Cijara nuestro destino y Pepe y yo fuimos los elegidos ya que nadie más pudo venir con nosotros. La zona elegida fue una que ya habíamos pescado varias veces pero esta vez lo haríamos desde embarcación.

Llegamos temprano y conforme estábamos montando la barca nos dimos cuenta de que no hacía ni gota de calor, al menos a primera hora ya que más tarde el sol fue mortal.

Una vez montada la barca y dispuestos a empezar la jornada empezaron a venir patos y es que ese mismo día había un concurso para patos y catamaranes. Nosotros cambiamos de orilla y salimos antes de que pudieran alcanzarnos. La orilla que decidimos pescar estaba muy pronunciada y prácticamente solo podía pescarse desde embarcación. Empezamos con nuestros lances, buscando a nuestros amigos cercanos a las orillas pero de momento no querían salir.

Llegamos a una pequeña recula en la que bajaba un pequeño arroyo, lo cual nos hizo intuir que sería una buena zona para que hubiera peces y así fue. Yo mismo saqué mis dos primeras piezas en un corto período de tiempo mientras que Pepe clavó un bass que no llegó a sacar. Los pesos fueron 820 g y 1.160 kg respectivamente.


Después de un tiempo intentándolo en esta recula decidimos proseguir nuestro camino orilla adelante y llegamos a otra que más o menos era parecida pero más aplayada, así que ahí nos quedamos. No tardamos en notar de nuevo las picadas de los basses y de nuevo saqué otro, esta vez más pequeño que los anteriores, pero que peleó sin envidiar a los grandes.


Pepe se preguntaba en qué estaba fallando puesto que estábamos utilizando el mismo señuelo y no obtenía picadas.

De nuevo, tras un rato, seguimos avanzando y avistamos otra recula del mismo tipo pero un poco más grande y estrecha. Aquí volví a demostrar que había peces bajo el agua con un buen bass de 990 g.


¿Me vas a dejar alguno a mi? Esa fue la pregunta que Pepe me lanzó, jeje. Pero no me dio tiempo a contestarle cuando notó una picada…cachetazo y esta vez si le vi peleando con un pez. Tras varios minutos de acción el pez se rindió y no pudo evitar ser fotografiado. Su peso fue de 520 g.


El sol ya empezaba a apretar, y se empezó a levantar un molesto viento que nos impedía pescar como nosotros queríamos. Aún así decidimos seguir avanzando y llegamos a la última recula que decidimos pescar. Tiramos el ancla y a los pocos lances fue Pepe el que clavó otro bass. No muy grande, pero le hizo divertirse por momentos.


Después de esto en el final de la recula nos sorprendió el chapoteo en el agua. Nos dimos cuenta de que eran basses lanzándose a por alevines que había por la superficie. No lo dudé y le planté un señuelo de superficie. Las picadas no tardaron en llegar aunque finalmente solo logramos sacar uno con un peso de 430 g. Lo curioso es los 3 o 4 compañeros de un tamaño considerable que seguían al pez que traía clavado.


Ya de vuelta al coche para poner fin a la jornada nos detuvimos en una recula bastante ancha, y Pepe clavó lo que podía haber sido el pez del día pero que con la famosa torre hizo que el señuelo se desclavara. ¡Por lo menos nos dejó verle! Era un buen pez ya que rondaría fácilmente los 1.500 kg.

Con esto decidimos volver a nuestra orilla. El peor momento del día lo protagonizó Pepe ya que el bocata que se comíó a media mañana le hizo pasar una jornada bastante mala.

Una vez que llegamos a nuestro punto de partida nos pusimos a desmontar la barca para poner rumbo a nuestros hogares.

Alex

Vídeo de la jornada:

 

martes, 26 de junio de 2012

Jornada 23: Embalse de Cijara 23-06-2012

Lugar: Cijara

Fecha: 23 de Junio del 2012

Miembros: Alex, Juanmi y Pepe

Descripción:

Bueno, aquí estábamos de nuevo dispuestos un día más a engañar a los bocazas. Esta vez nos desplazamos Alex, Eugenio, Juanmi y yo mismo. Repetimos el mismo lugar de la semana pasada puesto que Juanmi no lo conocía.

Empezamos el día mejor que la jornada anterior ya que al ratito de empezar, Eugenio clavó su primer pez de 550 g.


La cosa parecía prometer, lejos de la realidad, pues la realidad fue otra. Seguimos intentándolo después y transcurrida una hora más o menos clavé mi primer pez con un peso de 650 g.


Después de esto poco más. Continuamos la marcha y no encontrábamos la manera de engañarlos. Juanmi estaba arto de aletear con los pies puesto que se llevó el catamarán y se le olvidaron los remos al capullo, ¡Vaya pinpin!
Alex, por su parte, tuvo su primer derrape en el que casi se baña raspándose un poquito la cacha con la consiguiente risa del personal, jajaja.

Seguía la jornada y cada vez la cosa pintaba peor ya que conforme avanzaba el día se iban viendo menos los peces por las orillas pero después de varias intentonas conseguí sacar dos peces más. Los Ramírez se comieron un bolo más porque no se si os lo he dicho pero repetimos lugar, ¡que ful!

Y poco más que contaros, el día se puso cada vez más caluroso y decidimos picar nosotros y poner fin a la jornada no sin antes ver otra raspada de Alex en el muslo, jajaja.

Un saludo y hasta la próxima.

Pepe

lunes, 18 de junio de 2012

Jornada 22: Embalse de Cijara, Embalse de San Juan y Embalse de Picadas 16-06-2012

Lugar: Cijara, San Juan y Picadas

Fecha: 16 de Junio del 2012

Miembros: Alex y Pepe (Cijara), Alfonso y Javi (San Juan y Picadas)

Descripción
(Cijara):

Nueva jornada, nuevo destino, esta vez Eugenio, Pepe y yo nos dirigimos a una zona que no habíamos pescado nunca de Cijara, ¿Se daría mejor que la semana pasada? Esa fue nuestra pregunta cuando nos bajamos del coche.

La zona parecía muy tranquila, sin coches, sin gente y en silencio. Nada de aire y una temperatura de aproximadamente 15 grados.

Nada más llegar al agua nos sorprendió la cantidad de alburnos que se apreciaban, parecía una plaga, lo que lógicamente nos hacía deducir que los peces tenían comida para aburrir.

Comenzamos a pescar tentando al bass, y no tardó mucho Pepe en tener la primera picada pero que por desgracia para todos no duró mucho ya que a los pocos segundos se desclavó, empezaba bien el día.

Seguimos caminando orilla adelante y poco a poco nos fuimos dando cuenta de que esa picada de Pepe había sido una falsa alarma. Conforme andábamos nos quedaba más claro que los peces no querían comer hoy. Alternábamos de señuelos y de formas de pescar pero el resultado seguía siendo el mismo. Los tres bolos.

Continuábamos nuestro camino hasta llegar a un conjunto de rocas, a simple vista un buen sitio de refugio para los peces y de nuevo Pepe fue el que clavó algo. Esta vez yo llegue a ver el pez debajo del agua y se trataba de un lucio pequeño de aproximadamente 1 kilogramo, pero que exactamente igual que en la picada anterior a los pocos segundos se soltó. Los basses se veían por las orillas, y algunos de buen tamaño, pero hacían caso omiso a nuestros señuelos.

No desistimos y continuamos nuestro trayecto hasta llegar a unos grandes cortados, los cuales nos impedían seguir avanzando. Aquí en esta zona fue donde más nos divertimos.

Tras unos lances desde lo alto de las rocas fui yo el que noté un tirón brusco y seco hacia el fondo. No dudé en dar el correspondiente cachetazo y comencé una pelea con lo que parecía ser un buen pez ante la mirada de Eugenio y Pepe que me observaban inquietados. Los cabezazos que daba hacia el fondo me hizo deducir que no se trataba de un bass, y efectivamente cuando asomó se trataba de un buen lucio. Decidí andar con tiento y aguantarle lo mejor posible ya que no tenía terminal puesto. Finalmente ya que no pude yo, Pepe me ayudó a cogerlo mientras yo lo aguantaba desde lo alto de las rocas, el peso del pez sería fácilmente de entre 4 y 5 kg pero cuando Pepe iba a meterle la mano por las agallas para sacarlo, el lucio dio dos cabezazos y consiguió partir mi línea y huir hacia las profundidades con mi señuelo incluido…

Todavía recuperándonos de aquella preciosa pelea sin recompensa, fue la caña de Uge la que se arqueó con otros dos cabezazos, ¿otro lucio? Nunca lo sabremos ya que a Eugenio le partió la línea en menos de un minuto y no se dejó ver por la superficie. Probablemente fuera otro lucio del mismo tamaño.

Ya de camino al coche Eugenio fue el que dio con un señuelo que hizo divertirnos un poco a falta de las preciadas picadas. Un señuelo que hizo que los pequeños basses (no superiores a los 200 g) no dudaran ni un segundo en atacarlo.


Tras la comida decidimos tocar una zona ya conocida y que nos pillaba relativamente cerca, siendo el resultado el mismo, pequeñas raspas al señuelo de Uge pero ningún pez en condiciones.


Esto nos hizo pensar que no era el sitio nuevo el problema si no el día en general para los peces, pero estamos seguros que esta nueva zona tiene que darnos alguna que otra alegría en nuestra próxima visita…

Alex

Descripción (San Juan y Picadas):

Esta vez volvimos a intentar engañar a los peces Javi, mi hermano y yo. Además nos acompañó mi primo, que le apetecía conocer cómo es esto de la pesca.

Nos dirigimos a una parte nueva del embalse de San Juan, siguiendo las indicaciones de mi amigo Santi, ya que la intención era probar suerte con los barbos y con mi nueva caña de cola de rata, utilizando las moscas que el mismo Santi me había regalado.

Llegamos prontito, y motamos las cañas. Suerte que había unos pescadores al lado que conocían la técnica y me ayudaron a montar la caña a la vez que me dieron unas pequeñas instrucciones de los movimientos que había que realizar. Pero ni con esas. En el rato que estuve practicando con esta nueva modalidad no fui capaz de realizar lances más allá de 3 metros desde mi posición.

Después de un rato insistiendo, preferí ponerme con el spinning a ver si algún bass quería alegrarme el día. La cola de rata tendría que esperar al próximo día para seguir trabajando.

Nos dirigimos hacia una zona de piedras y tras un buen rato sin noticias de los peces, me picó lo que parecía un buen pez. Después de pelearlo un rato, conseguí sacarlo del agua y realizarle una foto: un bass de 1.200 kg.


Seguimos avanzando, y observé como otro bass de ese tamaño se lanzó a por mi señuelo pero sin llegar a alcanzarlo… Y hasta ahí, no hubo más noticias de peces por mi parte.

Un rato después, mi cuñado consiguió sacar un bass de unos 300 g con la mala suerte de clavarse una potera al desanzuelarlo. Después de un largo rato de sufrimiento y de las respectivas técnicas quirúrgicas, conseguimos sacarle el anzuelo.

En ese momento decidimos volver a la zona del coche y ponernos a pescar carpas y barbos a fondo para seguir practicando con la cola de rata, pero al llegar a la zona del principio, la moral nos llegó a los suelos… Serían las 10:30 de la mañana y la zona parecía Benidorm a las 13:00 de un domingo de agosto…Por tanto, sin pensárnoslo dos veces, decidimos ir a picadas a probar la misma suerte.

Al llegar, la situación era la misma pero con una abundancia de personas menor, pero no teníamos otra opción, ahí nos quedamos. Pusimos unas cañas a fondo y nos fuimos Javi y yo a probar con los basses… Nada, ni una mísera picada. Pero al volver, vimos a mi hermano lanzando unas cañas de fondo. ¡Que raro! Si mi hermano no conoce esa técnica. Al preguntarles, entendimos que lo que hacía era poner el mismo cebo que en la otra caña, ya que había tenido una buena picada de un barbo, que no consiguió sacar. Era su primera experiencia con los barbos, así que por esta vez se lo pasamos, jejeje.

Y poco más, después de descansar y reponer fuerzas con los bocatas, nos volvimos para casa con la sensación de que me queda mucho camino por recorrer con la cola de rata y con la posibilidad de que mi primo le coja el gustillo y se venga algún que otro día más.

Alfonso

Vídeo de la jornada (San Juan):

lunes, 11 de junio de 2012

Jornada 21: Embalse de Ricobayo 09-06-2012

Lugar: Ricobayo

Fecha: 09 de Junio del 2012

Miembros: Alex, Juanmi y Pepe

Descripción:

Esta vez éramos Pepe, Alex, Eugenio y yo quienes afrontábamos una nueva jornada de pesca en el embalse de Ricobayo. Llegamos al embalse sobre las 7 de la mañana con la esperanza de poder disfrutar de la pesca del lucio alternando entre la pesca desde embarcación y desde orilla.

Nada más bajarnos del coche pudimos observar que la meteorología era más fría de lo que nos esperábamos y que el agua se encontraba demasiado turbia. A pesar de ello, nuestras esperanzas no decayeron y nos dispusimos a preparar la barca. Decidimos partir Pepe, Alex y yo en barca mientras que Eugenio lo intentaba desde orilla.

El día parecía no comenzar mal, ya que a mi segundo lance pude observar como un lucio de unos 2-3 kg perseguía mi rapala hasta la superficie. Pero eso fue todo. Al llegar a la superficie, el lucio se percato de nuestra presencia y volvió hacia las profundidades con su movimiento característico. Esto nos hizo pensar que nos esperaba una buena jornada. Sin embargo, el día fue pasando y ninguno de los tres que íbamos en barca teníamos noticias de ningún lucio. Los únicos peces que hacían acto de presencia eran los alburnos, ya que la superficie se encontraba plagada de alevines.

Tras un largo recorrido con la barca, decidimos reunirnos con Eugenio para ver si nos alegraba la jornada. Pero no fue así. El día para él estaba siendo casi peor que para nosotros, ya que además de la ausencia de lucios, la pérdida de algunos señuelos agravaba la situación.

Tras la parada para comer, fue Pepe quien decidió intentar probar desde orilla mientras que Eugenio lo sustituía en la barca. Su primera experiencia para él desde embarcación no fue del todo buena ya que el resultado fue el mismo, sin noticias de los lucios, pero no pasa nada ya que no será la última vez que lo intente desde la barca ¡Ánimo Uge!. De esta manera, decidimos poner fin a la jornada.

Como resultado de la jornada nos llevamos una gran decepción ya que eran muchas las esperanzas puestas en ella. Una batalla ganada por los lucios, pero… ¿Cómo acabará la guerra?

Juanmi