martes, 28 de febrero de 2012

Jornada 3: Embalse de Almaraz 25-02-2012

Lugar: Almaraz

Fecha: 25 de Febrero del 2012

Miembros: Alex, Javi, Juanmi y Pepe

Descripción:

Tercera jornada, embalse de Almaraz. Allí es donde nos dirigimos esta vez Javi, Juanmi, Pepe y yo en busca de nuestros queridos basses.

Llegamos a medio amanecer, entre las 7:30 y 8:00, el coche venía marcando -2,5 grados, cosa que nos hizo perder un poco de esperanza pero a la vez ganar más motivación por la dificultad añadida a pesar de que el agua estaba caliente.

Los primeros en tentar a los centrárquidos fueron Javi y Juanmi mientras Pepe y yo terminábamos de montar y preparar las cañas. Se pusieron a ello y poco después del primer lance a Javi se le desclava el primero. Logró verlo, pero no hubo suerte, rondaría los 300 g.

Mientras Javi y Juanmi seguían pescando en esa zona, nosotros comenzamos la jornada un poco más adelantados. Yo tuve alguna picada, pero no llegaban a clavarse, con lo que deduje que no tenían que ser muy grandes. Pepe, por el momento, nada. Parecía que el día iba a ser difícil.

En un rato, nos llegamos a juntar los cuatro de nuevo y ahí fuimos Juanmi y yo quienes decidimos llegar andando hacia otra zona adelantada mientras Javi y Pepe lo harían por el agua. Juanmi y yo no tuvimos ninguna picada en ese rato pero cuando volvimos a juntarnos otra vez los cuatro, la sorpresa vino al decirnos Javi que Pepe llevaba tres de unos 300-400 g. aproximadamente. La cosa empezaba a carburar.


A partir de ese momento no nos separamos y fuimos pescando por todos los huecos entre los cuatro, probando todo tipo de señuelos. Las bonitas percas negras no tardaron en ir saliendo.


Tras avanzar y avanzar mientras pescábamos, llegamos a una zona abierta en la que nos separamos cada uno a pescar una de las orillas y el medio de la zona entre los cuatro. Aquí ya podíamos contar con unos 10 basses entre todos, unos 5 Pepe, 3 Javi y 2 Juanmi. Por el momento yo… nada.

En esta zona Javi dio con el señuelo estrella del día. Lanzó cuatro veces y sacó cuatro peces, y otros tantos que no llegó a sacar.


Realmente espectacular. Al ofrecerme uno, obviamente no pude decir que no para probarlo. Una vez lo monté, en el primer lance, clavé el que podía haber sido el pez más grande de la jornada, un precioso black bass de aproximadamente 1 kg. Por desgracia, tras una bonita lucha con él se desclavó y volvió a su ambiente natural. Pero no tardó en llegar la segunda picada al mismo señuelo. Esta vez si salió. Un bonito ejemplar de 380 g.


Son los dos únicos peces que saqué, no sin seguir teniendo picadas a otros señuelos de mi arsenal. Mientras tanto Javi, Juanmi y Pepe seguían sacando peces hasta conseguir unos 30 peces entre los cuatro.


Tras una jornada bastante fría por la mañana finalmente llegamos a la conclusión de que Almaraz, a pesar de haber tenido un buen día, está sometido a una fuerte presión de pesca en estos meses de invierno. Los peces que salieron eran todos del mismo estilo, rondando los 300-400 g. Veremos a ver como evoluciona la temporada bassera tras estos meses de invierno.

Alex

domingo, 19 de febrero de 2012

Jornada 2: Embalse de Almaraz 17-02-2012

Lugar: Almaraz

Fecha: 17 de Febrero del 2012

Miembros: Alfonso y Javi

Descripción:

El día comenzaba con bastantes expectativas, ya fuese por el tiempo que llevábamos sin salir a pescar (varias semanas) como por probar el material nuevo que habíamos comprado.

Decidimos ir al Embalse de Arrocampo ya que con estos fríos pensábamos que sería el lugar idóneo para obtener picadas y probar la posible efectividad de los señuelos, de cara a ir preparando estrategias para la temporada que está a punto de comenzar. La meteorología prevista era bastante aceptable para el momento del año en el que estábamos: despejado, pero con frío. Lo único que parecía que molestaría sería el viento, que pronosticaban que sería elevado.

Llegamos a las 7 y media a la primera zona de pesca, con una leve luz puesto que estaba amaneciendo y sumergidos en la niebla característica de este lugar. Montamos los aparejos, nos pusimos los vadeadores así como el resto de ropa de abrigo (hacía un frió horrible) y buscamos el lugar para empezar.

Empezamos probando diferentes técnicas. Javi los buscaba por las espadañas, mientras yo hacía lo propio por la zona central del pantano. Después de un rato intentándolo sin resultado, proseguimos nuestra marcha hacia otra parte de esta primera zona. Cambiamos un poco la estrategia, ya que estaba empezándose a levantar el aire: Javi los buscó por la zona más externa de la cobertura, mientras yo pretendía localizarlos en lo más profundo de la maraña de espadañas. En este momento, Javi consiguió clavar un bass de unos 30 cm, y después de la lucha, mientras le quitaba el anzuelo de la boca, el bass se le cayó y volvió a donde tiene que estar.

Realmente fue un caso puntual, ya que insistíamos y no salían los peces. Decidimos volver al coche y buscar otra zona donde los "diablos verdes" estuviesen más activos. Mientras Javi hablaba por teléfono ya en el coche, yo probé un par de lances allí mismo, donde clavé uno algo más pequeño que el de Javi. Al estar hablando por teléfono y no poder hacerme la foto oportuna, lo devolví al agua inmediatamente.

¿Tendríamos que habernos quedado allí mismo, sin movernos, al lado del coche? Nunca lo sabremos, ya estaba tomada la decisión. Nos montamos en el coche y nos dirigimos a la siguiente zona prevista.

Una vez en el nuevo registro, nos alejamos del coche y empezamos con la búsqueda. Cada vez hacía más viento, volviéndose hasta insoportable en ciertos momentos. Y la acción seguía igual que en la otra zona: no había acción.

Ya estábamos bastante desanimados, no se estaban cumpliendo las expectativas. Pero en ese momento, oigo la voz de Javi: "Cuñaaao". Eso sólo podía significar una cosa: tenía uno. Y en ese mismo momento, mi línea se tenso...di el cachete oportuno...y un bass empezó a tirar hacía el fondo. Conseguimos sacarlos casi al mismo tiempo, esta vez el mío era algo más grande: unos 500 grs. frente a los 400 grs. del de Javi. Cuando nos disponíamos a hacernos la fotografía con el doblete, nos dimos cuenta que Javi se dejó el móvil en el coche después de aquella conversación.

Después de insistir un poco más sin otra mísera picada, nos volvimos al coche, nos comimos esa tortillita tan rica y ese jamoncito, y volvimos para los madriles...

Las conclusiones que sacamos no eran las esperadas, aunque sí es cierto que el material adquirido puede dar de qué hablar esta temporada, puesto que tres de las cuatro capturas que se dieron fue con él.

Alfonso